miércoles, 25 de julio de 2012

Lugares Turisticos Departamento de Potosí


Templo de San Lorenzo: Su portada de dos cuerpos es demasiado atractiva. El templo, reformado a mediados del siglo XVIII, muestra en su interior un arco de medio punto con ornamentación, en el que destacan dos figuras femeninas con el torso desnudo, llamadas indiátides. Fue construida aproximadamente en 1548 como templo de la Anunciación (después San Lorenzo), destinada a los españoles, y la de Santa Bárbara, hoy en ruinas, destinada a los indios. Fue reformada entre 1728 y 1744, época en que se levantó la cúpula y se hizo la portada.   

Templo de Copacabana: 
Fue construido en el siglo XVII. Destaca por su estilo mudéjar y su cúpula de madera sobre el crucero. Su portada de estilo manieristas es digna de ser vista con detenimiento, al igual que el retablo mayor labrado en piedra. Otras iglesias que merecen ser visitadas son San Martín, San Benito, La Merced y Santa Teresa.       

Templo de San Cristóbal. 
Esta iglesia es una de las más antiguas de Potosí y de la audiencia de Charcas. Mantiene las características renacentistas. Es de planta de cruz latina, con cimborio sobre el crucero. La portada, hecha en 1682, está a un costado de la iglesia. Convento de las Agustinas (Mónicas). Mediante carta fechada el 31 de julio de 1648, el Cabildo de la Villa comunicó al Rey Felipe VI  que “habían dado principio…. y fabricado iglesia decente y casa cómoda para vivienda de las religiosas”. Consta de arco de medio punto, flanqueado por pilastras dóricas estriadas. El arco lleva labrados de cuadrifolias de escaso relieve. En el friso se ven flores más pequeñas y las enjutas van adornadas de grandes hojas, unidas por un botón central. Consta de elementos precursores del barroco y datan aproximadamente del siglo XVIII. 

Templo de San Martín. Iglesia de Indios construida de adobe en las afueras de la ciudad. Data de 1592. Fue la última iglesia en fundarse en tiempos del Virrey Toledo. La planta es de cruz latina con cimborrio sobre el crucero. La torre es octogonal y corresponde al siglo XVII. La portada consta de un arco de medio punto escoltado por sencillas pilastras con remates piramidales y esféricos.   



Templo de San Sebastián. Ubicado en la 
cercanía de San Cristóbal y parecido a éste en su construcción y estilo. Es de planta de cruz latina con nave muy alargada. Lleva cúpula de crucero. Los arcos del crucero son de piedra, con capiteles dóricos decorados con ovas. Entre las esculturas del interior e destacan un San Sebastián, al estilo del Renacimiento, y un Cristo seiscentista. 

 

Templo de San Pedro. 
Fue parroquia de indios. Incendiada en 1655 y reformada en 1725. Aún conserva su estructura original, con planta de cruz latina, capillas y arco triunfal. En el interior se ve una notable pintura de San Pedro de Melchor Pérez de Holguín.

Templo de Santo Domingo. 
Tiene la planta de cruz latina, muy corta, a pesar de que la capilla mayor fue alargada posteriormente. Está cubierta con artesonado, al igual que la amplia capilla lateral de la izquierda de la nave. A la derecha se ve un corredor bajo contrafuertes que sostiene el muro de la iglesia. El claustro ha sido habilitado actualmente para cárcel pública.            

Templo de San Agustín. 
Constaba de la iglesia, el convento y la capilla de Nuestra Señora de Aranzazu, patrona de los Vascongados. Data de 1625. Lo único que queda en buen estado es la portada de la iglesia. A cada lado de la entrada se levantan dos pares de columnas jónicas, entre las que se ven dos hornacinas dispuestas una sobre la otra. Es notable el púlpito por la perfección de las esculturas que lo rodean. Se destaca entre otras la talla del Cristo de Burgos del escultor sevillano Gaspar de la Cueva.

Templo de Copacabana. Edificado para honrar la imagen lograda por el escultor indio Tito Yupanqui, que hoy se venera en La Paz (Copacabana). Es de planta de cruz latina cubierta por artesonados octogonales en el presbiterio y brazos del crucero. Es de estilo mudéjar con cúpula de media naranja sobre el crucero. Esta cúpula está construida de madera y debe ser la más hermosa de su estilo en América Latina. Sus esculturas sobresalientes son dos de Gaspar de la Cueva: “Cristo Crucificado” y “Cristo Descendido”. 

Templo de La Merced
. El convento data de 1555, pero no hay fecha cierta en lo que se refiere a la construcción de la iglesia. Se sabe que es muy antigua y que sufrió varias modificaciones. La planta es de una sola nave con arco triunfal. La portada se la hizo en 1687. Está labrada en piedra. Consta de dos cuerpos. Las columnas que flanquean la entrada descansan sobre basamentos, cuyos netos llevan labrados temas florales encerrados en casetones.

Templo de Santa Teresa. La iglesia pertenece a un convento carmelita fundado en 1685. La construcción duró seis años. El labrado de esta puerta adintelada es de escaso relieve. Las jambas van decoradas con ramas de hojas y pequeñas flores. En el ático se destacan cinco recuadros: el central con el escudo de la orden y los laterales con escudos posiblemente fundadores. La iglesia es de una sola nave, armadura de madera y arco triunfal cubierto con madera de cedro, tallada y dorada, que separa la capilla mayor del resto de la nave.


Templo de San Francisco. El nuevo templo se empezó a edificar el 14 de mayo de 1707 y se estrenó el 4 de octubre de 1726. Años más tarde se inició la construcción de la torre. Es de tipo basilical con planta de tres naves de igual altura, cubierta la central con bóveda de cañón y las laterales y brazos del crucero con pequeñas cúpulas dotadas de ventanas que iluminan el presbiterio. Tiene dos portadas, siendo la principal la que está a los pies del templo. Presenta elementos barrocos como los dos pares de columnas salomónicas que se levantan a los costados del arco, y éste, que siendo trilobulado, va enmarcado en otro de medio punto a semejanza de los de San Francisco y Santo Domingo de La Paz.

Templo de la Compañía. 
Los Jesuitas edificaron su iglesia en 1581 y la concluyeron en 1590. Se desplomó la torre y en 1700 se comenzó la reconstrucción del templo y fue concluida en 1724. La portada es de dos cuerpos. En el inferior se ve el arco de medio punto con cuadrifolias enmarcadas en recuadros adornando la rosca y las jambas. Los dos pares de columnas que flanquean el arco están dispuestas en diferentes planos. Se levantan sobre grandes pedestales, cuyos netos llevan decoración de cuadrifolias pegadas al sillar. Lo más notable en este templo es la torre Espadaña, está formada por tres calles y dos cuerpos, todo cubierto por cúpulas de media naranja que terminan en remates piramidales.                                

Templo de Jerusalén. 
Fundado en 1657 y reconstruido entre 1702 y 1708. Es de planta de una sola nave, cubierta por armazón de maderos ensamblados formando casetones, decorados con pinturas de flores. La armadura se halla interrumpida por un gran arco que separa la nave del presbiterio. Este va recubierto de tallas que muestran florones y tarjas completamente dorados.            

Templo de San Benito. Fue parroquia de indios. Se construyó a mediados del siglo XVI y fue reconstruida en el siglo XVIII. Tiene planta de cruz latina, cubierta por nueve originales cúpulas de piedra. Otras dos cubren la Sacristía y el Presbiterio. La fachada es de dos cuerpos: en el inferior un arco de medio punto flanqueado por pilastras estriadas sin capitel ni basamento, que se levantan sobre un recuadro plano con decoración vegetal. La rosca y jambas del arco llevan casetones que encierran cuadrifolias.

Templo de San Bernardo.
 Se construyó en tiempos del Virrey Toledo y fue reconstruido en 1725. Está edificado en piedra sin labrar y en mampostería. Su planta es de cruz latina cubierta por bóveda de cañón y cúpula sobre tambor. La fachada remata en una gran espadaña de dos cuerpos, y ofrece trozos de cornisa escalonados con frontoncillos semicirculares y remates piramidales. La portada es de dos cuerpos. Enormes trifolias ocupan las enjutas. Templo de la Catedral. Fue reedificada en 1809. La construcción fue inaugurada en el año 1835 por el presidente Santa Cruz. Es de estilo barroco español con introducción al estilo neoclásico, sin que se adviertan siquiera elementos del barroco andino. La planta de tres naves y crucero casi tan ancho como la nave central. La capilla mayor es de cabecera plana y sobresale de la fachada del templo. Tiene otras seis naves transversales, siendo la del crucero de cabeceras semioctogonales. A ambos lados de las naves laterales se encuentran capillas poco profundas. En el crucero se levanta una gran cúpula sobre tambor octogonal, dotada de ventanas, que sirvió de modelo a muchas otras edificaciones del siglo XIX. En la fachada sobresalen las dos torres lisas con el cuerpo del campanario de forma octogonal, en medio de las que se destaca el perfil mixtilíneo del muro, con varios remates de cruce.              
Casa de Quiroga. Lo destacable de esta casa que ha sido remodelada es la portada de gran sobriedad. La entrada es adintelada, enmarcada por recuadros de cuadrifolias. Sobre ésta se alza un escudo heráldico perteneciente al dueño, bordeado por un trenzado clásico. La cruz que remata al escudo, parece dar protección a este emblema; está bordeado al igual que el blasón. 

Casa del Marqués de Otavi (Hoy Banco Nacional de Bolivia).
Data de 1750. De la construcción original, que fue remodelada, queda unicamente la portada. Consta de dos cuerpos. Casa del Conde de Carma. Construida a fines del siglo XVII. Es de planta asimétrica, con patios centrales, alrededor de los cuales se encuentran las habitaciones. Las correspondientes a la vivienda se levantan en dos plantas, mientras que las de recepción y servicio en una sola. Bóvedas de arista cubren las piezas de la construcción. La fachada es sobria. Resalta un balcón que hace esquina. 
En las angostas y coloniales calles de Potosí existe una interesante variedad de restaurantes, que en su mayoría ofrecen potajes típicos; en cambio, son muy pocos los que preparan recetas de comida internacional. Así que tenga esto en cuenta y prepárese para la fascinante experiencia de sentir los aromas y probrar los sabores de la tierra de la plata. Al hablar de comida típica, es imprescindible mencionar la cazuela, una sopa hecha de maní que se acompaña con papas, carne, pescado, arroz o fideos; el ají de pataskha, hecho con mote de maíz pelado, aderezado con ají y acompañado con carne de cerdo; y los chambergos, unas roscas de harina decoradas con azúcar molidad.

Movilizarse en las calles cargadas de historia de la Ciudad de Potosí, no es una labor demasiado complicada, por lo que visitar las joyas arquitectónicas que le valieron el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad, será una experiencia fascinante en la que la altura se convertirá en su fiel guardaespaldas. Para las incursiones a las minas o visitar el Salar de Uyuni, se recomienda contactar con las agencias de viajes, lo que le dará mayor seguridad a su aventura de socavones y mares albos rodeados de cerros.
Interior Casa Real de la Moneda
Casa Real de la Moneda: En opinión de muchosestudiosos, es el edificio más importante de la arquitectura colonial de sudamerica. Su construcción se inició en 1750 y concluyó en 1773.

Las obras estuvieron a cargo del constructor y arquitecto Salvador de Vila. La casona -considerada monumento nacional- ocupa una manzana y atesora valiosas muestras de pinturas y esculturas, además de muebles y otros objetos de interés histórico. Los mayores atractivos de la casa -convertida en museo- son las maquinarias de laminación utilizadas para acuñar monedas, el horno principal de fundición de plata y la colección de cuños y troqueles.

Un detalle pintoresco es la máscara risueña y polícroma que se encuentra al ingreso, que habría sido colocada al inicio de la guerra de la Independencia, con la intención de cubrir un escudo real. Su constructor y arquitecto fue Don Salvador de Vila, que había proyectado y construido las Casas de Moneda de México y de Lima. La pinacoteca, las colecciones de muebles, de tejidos, de trajes regionales, de numismática, de antropología, ofrecen al visitante y al estudioso muchas oportunidades culturales.

Son notables las maquinarias de laminación con sus tres conjuntos de engranajes de madera traídos desde España; las enormes vigas de cedro que soportan pisos y techumbres y la cúpula elíptica, donde esta el horno principal de fundición de plata. Debemos destacar sobre todo el archivo donde se guardan más de 80.000 documentos inéditos relativos a la vida potosina. La colección de cuños y troqueles es importante. El mascarón, que hoy caracteriza a la Casa de la Moneda, es sólo un aditamento grotesco, colocado al inicio de la guerra de la Independencia; probablemente cubre un escudo real.


Cerro Rico. "No saquen plata de este cerro, será para otra gente", profetizo el espíritu de la montaña majestuosa a los hombres del Inca Huayna Capac, que buscaban el mineral. Años después, los españoles llegaron a Potosí. Se cumplió el estruendoso adagio. Los conquistadores comenzaron a enriquecerse con la plata y estaño del Cerro Rico. Vigilante eterno de la Ciudad, el cerro Rico es atravesado por 5,000 bocaminas y socavones, muchos de los cuales están interconectados, formando intrincados laberintos. Una vista al Cerro Magnífico (Sumaj Orcko), que domina la ciudad y a sus minas, se impone desde todo punto de vista estando en Potosí. 

La mina Pailaviri (4200 m), que pertenece a COMIBOL, es la mina más antigua de Potosí, y está en continuo trabajo desde 1545; allí se extraía la plata y ahora se explota el estaño. El cerro llegó a tener más de 5.000 bocaminas y socavones, muchísimos de ellos interconectados. La vista panorámica desde este cerro es bella; al norte, la ciudad; al este, la cordillera del Kari Kari y sus famosas lagunas artificiales; al sur, el Tahuaco Nuñu (pezón de doncella) y el camino a Cinti, Tarija y la Argentina. Al oeste, el volcán del Nuevo Mundo, en medio de una inmensa planicie de tufas volcánicas. El aire puro, vigorizante. Cielo color añil. Uno se encuentra en medio del gran macizo cordillerano de los Andes Orientales. Hemos mencionado que los minerales del cerro son trasladados a los ingenios de concentración. Existen muchos ingenios chicos y modernos en plena ciudad. El más importante es el Ingenio Velarde de la COMIBOL, pero también hay otros de empresas privadas. Sin embargo, cuando en Potosí se habla de los ingenios, uno se refiere siempre a los viejos ingenios de amalgamación, de los cuales existían 33 en el río de La Rivera. Su construcción empezó en la década de 1570 y se mantuvieron hasta mediados del siglo XIX.
Las Lagunas: Sin agua, Potosí no habría alcanzado su gran esplendor. El beneficio de la plata necesitaba del líquido elemento; por eso los españoles acometieron gigantesca empresa de embalsar en varias lagunas sucesivas, el agua proveniente de los deshielos de las cumbres siempre nevadas del Kari – kari. La vista a las lagunas artificiales, localizadas al este de la ciudad y mandadas a construir por el Virrey Toledo, en 1575 aproximadamente, reviste un gran interés técnico, pues dad la época, representan excelentes obras de ingeniería hidráulica. Actualmente acumulan agua en época de lluvias, para que se utilice después en el sistema de agua potable de la ciudad. 

Su objetivo principal fue ése precisamente: acumular agua durante la época de lluvias y utilizarla luego en proceso de amalgamación. Estas lagunas son las de San Sebastián, Chaviri, Ppisco Ccocha, San Idelfonso, Laccka Chaca. Son conocidas también como las lagunas de San Idelfonso – del Rey y la Reina – Khari – Khari – Challviri.

Laguna de Tarapaya: A 20 Kms. De la ciudad de Potosí sobre el camino a Oruro se encuentra la laguna volcánica de tarapaya, tal vez única en su género en toda América Se trata de un círculo perfecto de 100 metros de diámetro: un cono volcánico que en vez de lava emana agua hirviente. Es increíble ver cómo en las orillas nacen algunas espadañas que soportan aguas a casi 50 ºC de temperatura. En las laderas de este cono se aprecian, a simple vista, arbustos petrificados, restos de animales antediluvianos, piedra pómez y otras curiosidades. Utilizando las aguas de Tarapaya se construyó un hermoso balneario, sito aproximadamente a 400 m en línea recta del cono volcánico.

El Salar de Uyuni: Uno de los depósitos de sal más grandes del mundo. Con un paisaje realmente sorprendente, es una gran inmensidad blanca. No trate de cruzarlo sin guía. El impresionante salar de Uyuni se ha convertido en uno de los mayores referentes turísticos de Bolivia. Con una extensión de 12.000 kilómetros cuadrados, el lugar es un albo mar de sal rodeado por una cadena de montañas. Con una Superficie de unos 12.000 km y situado al suroeste de Bolivia, el salar de Uyuni es el salar más grande del mundo. Cubre casi en su totalidad la Provincia de Daniel Campos. Está formado por aproximadamente 11 capas con espesores que varían entre los 2 y 10 metros. La costra que se encuentra en la superficie tiene un espesor de 10 metros. 

Se estima que la cantidad de sal que existe en el salar es de 64 mil millones de toneladas. Adicionalmente, el Salar se constituye en una de las mayores reservas de litio y cuenta con importantes cantidades de potasio, boro y magnesio. El salar está a una altura de 3.660 m, en el oeste de Uyuni, y se extiende como una enorme llanura total plana y blanca. Esa extensión infinita es el resto de un mar que llenaba todo el altiplano hasta el lago Titicaca. En el curso de muchos millones de años, el mar desapareció. Hoy, el lago Titicaca, el lago Poopó, y los salares de Coipasa y de Uyuni son los restos de ese mar.  Para llegar al salar, la ruta más empleada es la que parte de la ciudad de Uyuni, ubicada en el centro del departamento de Potosí, y se dirige hacia el salar del mismo nombre en dirección noreste hasta llegar a Colchani, población dedicada a la explotación artesanal de la sal. A 10 Km más al oeste de Colchani se encuentra el Hotel de Sal, donde todo está construido de sal: sillas, camas, mesas, muros. Además, en el camino se encuentra la Isla Pescado, 10 horas de viaje desde Colchani, la más grande de un conjunto que presenta un ecosistema aislado como un oasis en el salar. La isla se encuentra poblada por un gran número de cactus con alturas superiores a los ocho metros. En el salar se disfruta de un paisaje similar al de las regiones polares en las que se funden el azul y el blanco y cuyos reflejos generan en el horizonte imágenes de cerros invertidos. El horizonte salino hacen de este lugar uno de los mejores sitios para los amantes de la fotografía.

Tupiza: Población al Sur del Departamento en la Provincia de Sud Chichas, ofrece al visitante espectaculares panoramas de una región muy rica en bosques a pesar de encontrarse en promedio por encima de los 3.000 m de altura. La vegetación de prepuna de la región se ha podido regenerar en su vegetación debido a la creciente emigración de sus habitantes a la Argentina. Hoy en día los paseos a caballo por los senderos de los pastores permiten un hermoso contacto con la naturaleza.

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